X


[ Pobierz całość w formacie PDF ]

despu�s le habr�a dicho ��gotcha!�, �no te parece?
 Hablaste de que no ten�a feromonas  dijo Charlie con un tono de tristeza .
�Literalmente? �Cómo lo sabes?
 Ya sabes, la nube verde de zumbidos que la mayor�a de las personas lleva a su
alrededor, un peque�o shock aqu� o all�, un cosquilleo en los dedos de los pies cuando te
acercas a ellos. Algunas son rosadas, desde luego, o azules, pero el verde tambi�n es
com�n. El no tiene. Y la nube de Laura es parda y muy densa.
Charlie le hab�a estado escuchando seriamente, con concentración. En ese momento
empezó a re�r, su rostro se arrugó al hacerlo, perdiendo muchos a�os.
 Eso le ense�ar� a Laura a no mirarme con ojos seductores cuando est� delante de ti.
El rostro de Constance parec�a inocente.
El aire era excesivamente fr�o cuando caminaron hacia el invernadero. La niebla estaba
todav�a atrapada en las copas de los �rboles, a�n ocultaba el horizonte y permanec�a
sobre las colinas que hab�a tras la casa. En la hierba centelleaban las gotas de roc�o;
cuando caminaron entre los rododendros parec�a que �stos se estaban sacudiendo la
�ltima carga de humedad nocturna y enderez�ndose para un nuevo d�a.
 Es bonito  murmuró Constance. El rumor del oc�ano, el momento en que romp�a
alguna ola grande, el fr�o aire del mar; todo era muy agradable, una ma�ana perfecta.
El se�or Ramos los recibió ante la puerta abierta del invernadero, un edificio lo
bastante grande y con plantas suficientes como para parecer una empresa comercial.
Charlie lanzó un silbido. Pensó que no era extra�o que los accionistas se quejaran por el
dinero que se perd�a. Gary hab�a hecho las cosas realmente a lo grande.
El se�or Ramos era enjuto y de rostro afilado. Los m�sculos, tendones y huesos
formaban una sola pieza, todos iguales, duros. Estaba en los cincuenta a�os, su cabello
era gris, los ojos casi negros y muy peque�os. Cuando sonre�a, sus dientes blancos
brillaban, y los empastes de oro centelleaban. El asombro de Charlie le hizo sonre�r.
 Un buen invernadero  dijo . �Quiere verlo?
 Claro. �Ha terminado con las plantas?
 Con todas las de dentro. Nada. No las han tocado. Esta de aqu� es una sala especial
de entorno experimental  dijo se�alando a una de las peque�as salas de paredes de
cristal dentro de la estructura grande. Hab�a seis de esas peque�as salas juntas, cada
una con una colección de plantas, muchas con flores o frutos . Dentro de ellas podemos
mantener temperaturas diferentes. Y mezclar el aire de modo distinto, m�s dióxido de
carbono, o no tanto, cosas as�. A algunas les gusta el ox�geno m�s que a otras. Eso de
ah� atr�s es la sala de propagación.
Recorrieron el edificio con �l mientras les explicaba las diversas zonas. Cuando
llegaron a un laberinto de conductos, Charlie lo detuvo. Los pesticidas se almacenaban en
una sala separada situada al final del garaje; el dióxido de carbono llegaba por un tubo
procedente de la casa. El agua y los fertilizantes ven�an por otros tubos, y todo ello pod�a
dirigirse con el ordenador.
 Ahora ya no  a�adió Ramos, ense�ando su sonrisa de empastes de oro . Ahora lo
tenemos que hacer a la antigua, Dios sea loado.
 La noche de las muertes se derramó aqu� insecticida  murmuró Charlie .
Imaginaba que estar�a feliz de que el ordenador no funcionara.
 Se lo dije a la polic�a y se lo digo a usted. El ordenador no lo hizo. Se necesita una
mano para abrir esa v�lvula, y no un ordenador dando órdenes.
 Ens��emelo  dijo Charlie.
Ramos los condujo hasta el extremo de la pared del laberinto de tuber�as.
 Mire �se  dijo se�alando un tubo de acero estrecho . Conduce el malation, un
insecticida organofosfórico, desde el cobertizo de almacenamiento. De la unidad pasa a
un mezclador, donde se mezcla con agua, recibe presión y sale en forma de aerosol. Lo
cerr� pronto aquel d�a porque nos hab�amos quedado sin malation, y hab�a que instalar
una unidad nueva. Como no lo necesitaba, no iba a molestarme en abrir la v�lvula de
nuevo. Eso se lo dije a la polic�a, pero imagino que no me creyeron. Pensaron que deb�a
haberme olvidado de hacerlo.
 �Qu� v�lvula abre y cierra esa tuber�a?
Ramos volvió a se�alar con el dedo. Una v�lvula entre docenas de ellas.
 La idea es que permanezcan abiertas todo el tiempo y el ordenador regule lo que [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • amkomputery.pev.pl
  •  

    Drogi uĚźytkowniku!

    W trosce o komfort korzystania z naszego serwisu chcemy dostarczać Ci coraz lepsze usługi. By móc to robić prosimy, abyś wyraził zgodę na dopasowanie treści marketingowych do Twoich zachowań w serwisie. Zgoda ta pozwoli nam częściowo finansować rozwój świadczonych usług.

    Pamiętaj, że dbamy o Twoją prywatność. Nie zwiększamy zakresu naszych uprawnień bez Twojej zgody. Zadbamy również o bezpieczeństwo Twoich danych. Wyrażoną zgodę możesz cofnąć w każdej chwili.

     Tak, zgadzam się na nadanie mi "cookie" i korzystanie z danych przez Administratora Serwisu i jego partnerĂłw w celu dopasowania treści do moich potrzeb. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

     Tak, zgadzam się na przetwarzanie moich danych osobowych przez Administratora Serwisu i jego partnerĂłw w celu personalizowania wyświetlanych mi reklam i dostosowania do mnie prezentowanych treści marketingowych. Przeczytałem(am) Politykę prywatności. Rozumiem ją i akceptuję.

    Wyrażenie powyższych zgód jest dobrowolne i możesz je w dowolnym momencie wycofać poprzez opcję: "Twoje zgody", dostępnej w prawym, dolnym rogu strony lub poprzez usunięcie "cookies" w swojej przeglądarce dla powyżej strony, z tym, że wycofanie zgody nie będzie miało wpływu na zgodność z prawem przetwarzania na podstawie zgody, przed jej wycofaniem.